ja, ja, ja, ja, consejo: Nunca aparenten lo que NO son.
Todos los días camino al trabajo, me encuentro con la misma gente en el transcurso, los que están en el paradero del bus, dentro de él, algunas veces al chofer, etc. Lo que había notado, es que siempre había "alguien" que coincidía en mi horario de salida, primero fue en la parada, algunas veces ya abordo del bus y otras llegando al trabajo, lo curioso es que tal pareciera que ese alguien buscaba mi mirada, es un chico simpático, y no olvido el primero día que lo ví, vistía de jeans, playera, gorra y una mochila, sin embargo cada vez cambiaba su forma de vestir, de repente lo vi de ropa muy casual y algunas veces de traje y muy formal, no creo que trabajara, pues de cualquier forma siempre llevaba la misma mochila.
Su mirada era cada vez más insistente y pude notar que a unos pasos de mi llegada al bus, él corría de dos cuadras atrás para hacer creer que llegabamos al mismo tiempo, esto me pareció divertido y bueno, no puedo negarles que me sentí alagada por ese interés hacía mí, sin ambargo no se puede ocultar la diferencia de edades, por lo que no lo tomé como algo serio y comencé a entrar en el juego, algunas veces llegaba del otro lado y lo sorprendía parado esperando verme dar la vuelta de la cuadra para comenzar a correr, ja ja ja imagínense llegando yo por atrás, siempre procuraba que me viera antes para poder ver su cara cambiar de color, y muy disimuladamente caminaba a abordar el transporte.
Así pasabamos toda la semana y no puedo negar que en los fines de esta lo extrañaba, ya sentados los dos, uno y otro buscabamos la manera de quedar sentados cerca, pero nunca hicimos nada por ir en el mismo asiento, el camino al trabajo es cerca de una hora con 20 minutos, bastante largo, así que siempre llevaba conmigo un pequeño libro para aminorar el camino, él siempre iba observando el paisaje que como ya era de esperarse lo conocía mejor que nada, algunas veces volteaba a verlo y "por coincidencia" él me observaba también, los dos sonreíamos restingidamente.
Por fin llegó el día, ayer, al llegar al bus, nos dimos cuenta que no había más que dos lugares y por si fuera poco, "juntos".
Yo fui la primera en sentarme y en seguida, atropeyando a la gente, ganó el lugar, la mirada fue más distante que nunca, tal vez eran los nervios, así que no dudé en sacar mi libro que estaba a punto de terminar, sentía claramente como me observaba y no quedándose atrás, sacó de su mochila un libro de "álgebra", ¡¡GUAU!! inteligente el niño, pensé, así que cerré mi libro y disimuladamente quise observarlo, él notó mi mirada y tomó una postura de todo un ejecutivo, sacó unos lentes y se los puso, ¡caramba!, nunca se los había visto, y no se veía nada mal, enseguida sacó un lápiz y abrió una página X, intentando resolver los ejercicios y ¡¡¡¡¡¡¡¡HOOOOOO SORPRESA!!!!!!! un palito de paleta de dulce pegado a la mitad de la hoja hizo su aparición, él cerró rápidamente el libro y no solo se puso rojo, se puso de mil colores, ja ja ja ja creo que nunca en su vida había abierto ese libro.
En ese momento, la sonrisa restringida que siempre mantuve se convirtío en una carcajada y lo raro fue que enseguida tocó el timbre de bajada, ¿porqué si nuestro destino era el mismo?, hoy no lo ví, solo espero poder verlo la próxima semana, si de casualidad lees está página:
NO TE APENES, solo recuerda...NUNCA APARENTES LO QUE NO ERES, te espero la próxima semana...